Recientemente me concedí un capricho que deseaba hace años: un Kamado. ¿Que qué es un Kamado? Pues básicamente se trata de un huevo gigante de cerámica en el que se cocina con carbón y que permite, entre otras muchas cosas, ahumar y cocinar a baja temperatura aportando el sabor inconfundible de las brasas a cocciones realmente largas. Vamos, ¡una maravilla!
Hace unos 3 años estuvimos hablando con el Maestro Salvador Brugués sobre el Kamado durante la presentación de Rocook, y un año más tarde me llamó para invitarme a conocerlo de primera mano en una demostración de Pedro Alomar, representante de Kamado Monolith y un verdadero experto en cocinar a baja temperatura con el Kamado. Moltes gràcies Vador per l’invitació!
Allí Pedro nos explicó cómo este horno tradicional japonés se transformó en una herramienta mucho más completa tras caer en manos de los militares americanos que fueron a parar a las bases norteamericanas en Japón.
Estos militares descubrieron que las carnes salían con una jugosidad excepcional cocinadas en ese horno, y a partir de ahí perfeccionaron el Kamado introduciendo deflectores del calor, el control de los tiros y nuevas parrillas adaptadas. Gracias a estos cambios ahora es posible utilizar el kamado como una parrilla, una barbacoa, un horno, o un ahumador. Es por tanto una herramienta superpolivalente y con una eficiencia energética única. ¡De hecho es capaz de cocinar a fuego lento hasta 24 horas con tan solo 5 kilos de carbón!
Desde esa presentación han pasado casi dos años, pero por fin puedo decir que ya tengo mi Kamado Monolith Classic en casa. De hecho ha sido necesario cambiar antes de casa y conseguir una con terraza para dar el paso. El Kamado es un sistema exclusivamente de exterior, pero bastaría con tener la terracita de muchos pisos, ya que la cantidad de humo y calor que sale de dentro del Kamado al cocinar a baja temperatura es mínima. También contaros que hace falta ahorrar durante un tiempo para hacerse con un Kamado porque no sale barato precisamente…
Como decía, finalmente llegó a casa mi Kamado y me enamoró lo bonito que es comparado con otras barbacoas. Es una pieza noble, digna de admirar, que incluso da cierto respeto toquetear de inicio. Con el ajetreo del día día apenas pude hacerle caso los primeros días, pero unas semanas más tarde empezó el confinamiento y dimos por iniciada oficialmente la temporada de pruebas de cocina con Kamado.
¿Diferencias con la cocina sous vide? Pues… ¡casi todas! Los dos sistemas permiten sacar lo mejor de los productos que se benefician de cocciones largas, pero a parte de esto son filosofías totalmente distintas. Si el sous vide es ciencia, el kamado es poesía. Si la cocina al vacío proporciona control y previsibilidad, la cocina en Kamado es puro instinto y sorpresa. Llevo pocas recetas hechas, pero son muchas las variables que afectan al resultado final, y como dice Aaron Franklin, el gurú americano de la barbacoa, «Sólo se aprende a hacer buenas barbacoas haciendo malas barbacoas». ¡Y yo estoy aprendiendo un montón! Jajaja…
En estos días de incertidumbres el Kamado se está convirtiendo en mi actividad zen. Preparar el carbón, encenderlo poco a poco, oír como empieza a crepitar el fuego, ver cómo empieza a salir el humo y oler el agradable aroma a brasa, esperar pacientemente a que se cocinen los alimentos, apuntar las variables que he usado para poco a poco ir aprendiendo…. eso mantiene mi mente y mis sentidos ocupados y me llena de paz.
¡Por eso espero que me entendáis si próximamente aprovecho para compartir alguna de estas recetas que estoy haciendo con mi nuevo juguete!
Seguiremos informando.
Ya nos dirás como te va con el juguetito. Enhorabuena
Por supuesto! Ya tengo algunas recetas en marcha… un saludo!
Se hacen maravillas con este bicho. Deseando ver esas publicaciones!
Muchas gracias Marc! Seguiremos informando 🙂
Hola! Yo llevo casi 3 años con el kamado y tb fui a ver a Pedro. Es espectacular y más todas las recetas que tiene en la web.
Soy Bettina Giraldo de Tarragona. Si quieres comentar algo encantada.
Muchas gracias Bettina!
Bueno, parece que está en la genética de los sous viders (palabra inventada), llegar a los mismos destinos. Hace un par de años que tengo en mente comprar uno, falta la mudanza. En un año… a jugar!!!!
Esperamos las recetas !!!
Jajaja… eso es Gabriel! Estoy descubriendo que sois muchos los que estáis pasando por el mismo proceso que yo! 😀
Ainnsssss, esto no se hace!! Ya toca ponerse a ahorrar…
No, en serio, disfrútalo mucho y comparte! Podrías hacer un post explicando cómo funciona?
Un abrazo
Muchas gracias! Cuando publique alguna receta os contaré cómo va la cosa… un saludo!
¡Qué bien, y qué sorpresa!
¡Hace mucho tiempo que quiero uno! Descubrí el Big Green Egg hace unos años en Alsacia y ahí se quedó ( más que nada por el precio)
Más tarde, Rastreando en Internet llegué a la marca Monolith, y con ella al trabajazo del concesionario adaptando las recetas a la cultura de aquí..¡Fue cómo encontrar el Joule y el Chefsteps de los Kamados!
En fin muchas felicidades por la adquisición y por favor sigue haciendo muchas pruebas y cuelga recetas!
Ya veo que antes o después me voy a tener que comprar uno!!!
Hola Luisa! Sí, estoy viendo que somos unos cuantos los que nos hemos enamorado del Kamado! 😀
Buenas eso se puede ultilizar en un piso?
No se puede usar en interior, pero sí en una terraza o balcón si se usa como horno, es decir, cocinando con la tapa cerrada.
Comprendo tu ilusión. Yo sentí lo mismo cuando compré mi Anova. Me falta mucho tiempo para llegar al “momento Kamado”. De momento, voy experimentando y siguiendo tus experiencias con la cocina a baja temperatura. Gracias por compartir!
Gracias a ti por seguirnos! Te entiendo perfectamente… 🙂
Posiblemente la mejor compra del año.Yo estoy encantado con el.Aunque lo tengo en segunda residencia y no lo utilizo todo lo que me gustaría .
Tengo un Monolith Classic y me parece una maravilla .La web de Monolith y el recetario es un valor añadido.
La visión del Sr Alomar de adaptar nuestro recetario utilizando ollas de cerámica de Pereruela es notable.
Aun me acuerdo de los ultimos garbanzos con pulpo que hice en el kamado.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo! Una maravilla. Y el trabajo de Pedro Alomar simplemente espectacular! Tengo pendiente aún comprarme esas ollas de Pereruela… 🙂
Muy recomendables te amplían mucho
las posibilidades e incluso la que es mas baja es la mejor bandeja antigoteo.
Prueba cuando acabes de utilizarlo (con temperatura baja )a cerrar los dos tiros , poner un “tri-tip” salpimentado y añadir virutas para que ahumen.
Lo dejas desantendido unas 2 horas +- y te queda una carne que puedes
lonchear como fiambre o envasar y regenerar mas adelante .
Con sonda lo puedes ajustar aún mas.
O unos pimientos tambien quedan bien.
Un saludo.
Felicidades Xavi, sé que era uno de tus sueños, deseando conocer esas maravillosas recetas que nos regalaras, tengo que ahondar más en lo que puede hacer, ya que actualmente sólo como carne una vez a la semana, se pueden hacer guisos? lo de ahumar es para mi un plus
Muchas gracias Carmen! Por supuesto que se pueden hacer guisos! Mira la página de Kamado Monolith. Hay una lista interminable de recetas de guisos tradicionales! El kamado puede funcionar de parrilla (con pescados y verduras, claro), pero sobretodo es una cocina al carbón, lo que aporta a cualquier tipo de receta un plus de sabor! Un saludo
Buenas noches,
Me uno al movimiento «transición de sous vide a kamado» lo he descubierto este confinamiento y me quiero hacer con uno, pwro me asaltan dudas, en mi piso tengo un buen balcón, sería suficiente para ahumar? En principio las cualidades que más me interesan seríanlq de horno y la de ahumado. Con un balcón, sería suficiente?
Espero las rectas con ansias!! Mil gracias.
jajaja… bienvenido al movimiento!! Pues sí, en principio con un balcón debería darte para ahumar y usarlo como horno. La apertura es pequeña y el humo que sale sería equiparable a que hubiera dos o tres personas fumando puros… pero con un olor mucho más agradable! 😀