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Pechuga de pollo sous vide con limón tostado y romero (¡y cocinada en bolsa de silicona!)

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Septiembre. Vuelta al trabajo y vuelta a la báscula. Si vuestro verano ha sido tan bueno como el nuestro, la báscula no os dará buenas noticias. Por eso hoy os traemos la típica pechuguita a la plancha que te recomendaría el dietista, pero en su versión premium: añadiéndole unas rodajas de limón tostado para potenciar su sabor y cocinándola sous vide para conseguir una pechuga supertierna, hiperjugosa y megasabrosa . ¡A las pruebas me remito!

Hay pechugas y PECHUGAS.

Y es que no has comido pechuga de pollo si no la has comido sous vide. En poco más de media hora tendrás la mejor pechuga posible, consiguiendo que el gourmet y el dietista que hay en ti disfruten como enanos.

Cocinar pollo sous vide sin plástico desechable es posible.

Veréis que en esta receta hemos usado bolsas de silicona para cocinar sous vide. ¡Y es que hace tiempo que le damos vueltas a formas de cocinar sous vide que eviten el uso de las bolsas de plástico! No es por un tema de salud (como su nombre indica las bolsas de cocción son perfectamente aptas para cocinar) sino por un tema ecológico. Tenemos algunas recetas en botes de cristal como estos tomates o estos flanes, pero la realidad es que los tarros de cristal no sirven para la mayoría de recetas.

Fue entonces que se nos ocurrió probar con bolsas de silicona reutilizables. La silicona soporta bien la temperatura, es resistente y dándole la vuelta puede lavarse en el lavaplatos sin mucho problema. ¿Funcionarán para la cocción sous vide? A continuación os contamos.

Después de todo un verano pruebas, nuestro veredicto es que sí. Las bolsas de silicona son más gruesas, por lo que es prácticamente imposible conseguir un vacío perfecto. ¡Pero la realidad es que en la mayoría de los casos no es tan importante conseguir un vacío total! Basta con extraer todo el aire que podamos de la bolsa para conseguir que la mayor parte del alimento esté en contacto con el agua para que se cueza correctamente.

Aquí os dejamos un link para comprar las que para nosotros son las mejores, las Stasher (y este otro por si finalmente queréis dar el paso a la cocina sous vide y os queréis comprar un circulador):

¿Para que sirven y para qué no? Pues nosotros las estamos usando para comidas de diario, piezas pequeñas y con formas más bien planas (salmón, merluza y pollo nos han dado buenos resultados). ¿Tienes pánico a envasar al vacío con líquidos? En el caso de las bolsas de silicona añadir algo de líquido de hecho es recomendable porque ayuda a evitar que partes del alimento queden «al aire» y permite que el alimento se caliente más uniformemente. ¿Miedo a que se te rompa la bolsa a media cocción? Pues buenas noticias: otra ventaja de estas bolsas es que al ser más gruesas evitas la rotura de bolsa que atemoriza a todo buen cocinero sous vide.

¿Para qué no sirven? Pues nosotros no las usaríamos para piezas de gran tamaño o alimentos de forma irregular que dificulten extraer el aire de la bolsa. No son difíciles de lavar, pero con alimentos muy grasos es cierto que hay que esmerarse más para dejarlas limpias.

¡Y ya sin más os contamos la receta!

¡A comer!

Pechuga de pollo con limón tostado y romero

Tiempo de preparación: 1 min · Tiempo de cocción 30 min (mejor 45 para asegurar) · Temperatura: 65ºC

Ingredientes

Una lista de ingredientes minimalista.

Ponemos en marcha el circulador a 65ºC.

Salpimentamos generosamente la pechuga (hay que recordar que es una pechuga entera) y la dejamos unos 10 minutos para que la sal vaya absorbiéndose.

Pechuga salerosa.

Cortamos dos rodajas de limón y las tostamos en una sartén a fuego fuerte con una gota de aceite.

Tostando los limones potenciamos todavía más su sabor.

Introducimos la pechuga en la bolsa de cocción junto a las rodajas y una ramita de romero. Añadimos un chorrito de aceite de oliva para asegurarnos una cocción homogénea. Hacemos el vacío en la bolsa (si es una bolsa de silicona como la nuestra, miramos de expulsar la mayor cantidad de aire de la bolsa y cerramos).

Ya tenemos el pollo montado.

Metemos la bolsa en el agua a 65ºC durante 30 minutos. Es un tiempo realmente justo, así que si quieres asegurar o has metido más de una pechuga en el agua mejor que sean de 45 minutos a una hora. 

Está claro que esta no es la típica pechuga a la plancha.

A continuación sacamos la bolsa del agua y sacamos la pechuga de la bolsa. Secamos la carne con papel de cocina mientras ponemos una sartén a calentar a fuego fuerte.

Marcamos la pechuga un minuto por lado.

Exprimimos el jugo de los limones por encima de la pechuga y servimos inmediatamente.

¡Que disfrutéis!

Quién iba a decir que ibamos a disfrutar con una simple pechuga…

 

 

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