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Carrillera de Vermella Menorquina con salsa de champiñones y chalotas al brandy

¿Se puede preparar una cena improvisada con unas carrilleras cocinadas durante 36 horas? Pues… ¡ya lo creo!

Y es que precisamente esa es una de las ventajas no suficientemente conocidas de la cocción sous vide. Permite cocinar por partes. Por un lado metes la carne en un baño y te olvidas de ella durante un día y medio. Luego sin abrir la bolsa enfrías la carne metiéndola en un baño con agua y hielo y ya tienes la carne cocinada y perfectamente pasteurizada y envasada al vacío para guardarla en la nevera durante unos 10 días.

Os voy a contar con un ejemplo lo práctico que resulta el invento.

Hace unos días llegó a casa un pack variado de carnes de vaca Vermella Menorquina de Sa Boval. La Vermella Menorquina es una raza de vaca presente en la isla de Menorca desde antes del siglo X aC y está especialmente adaptada a las condiciones de la isla. Durante muchos años disminuyó su población a favor de otras razas con mejor rendimiento, pero afortunadamente en 2005 un grupo de ganaderos se asociaron para crear la marca «Vermella Menorquina» y recuperar esta vaca autóctona.

En el paquete que llegó había dos magníficas carrilleras que no tardaron en entrar en un baño sous vide. Aún no sabía muy bien cómo iba a prepararlas, pero si algo tiene la cocina al vacío… ¡es que te da tiempo para pensar! Así que sin dudarlo metí esas carrileras a 70ºC para convertir esos trozos de carne dura en unos tiernísimos bocados.

Ya sólo quedan nueve horas y media.

Una vez cocinadas y enfriadas en agua con hielo aguardaron pacientemente unos días en la nevera hasta que una noche, en una cena improvisada con amigos, hicieron su aparición estelar. Sólo fue necesario calentarlas otra vez en la misma bolsa mientras preparaba una salsa improvisada bastante básica pero muy sabrosa: salsa de champiñones y chalotas al brandy.

La típica cena improvisada con unas carrilleras cocinadas 36 horas.

Carrillera de Vermella Menorquina con salsa de champiñones y chalotas al brandy

Ingredientes:

Aquí las carrilleras menorquinas.

Salpimentamos las carrilleras y las envasamos al vacío.

Que se note que estrenamos envasadora al vacío. 🙂 ¡Es esta!

Las metemos en un baño en agua 70ºC durante 36 horas.

Reloj, no marques las hooooras… porque voy a enloqueceeer…

Pasadas las 36 horas (si no vamos a consumirlas al momento) metemos la bolsa en un recipiente con agua fría y hielo abundante para bajar rápido la temperatura hasta aproximadamente unos 5ºC. Las reservamos en la nevera, donde se conservarán sin problemas unos 10 días.

¿Cómo quiere la carne? Casi helada, gracias.

El día que nos decidamos a consumirlas las volvemos a meter en un baño a 65ºC durante al menos una hora para que vuelvan a coger temperatura.

Mientras tanto preparamos la salsa. Laminamos los champiñones y las chalotas y lo salteamos todo en la sartén con una cucharada de mantequilla (o de aceite de oliva si quieres cocinar mediterráneamente).

Champiñones salteándose.

Cuando la chalota se ablande y los champiñones empiecen a coger color añadimos el chorro de brandy (puedes flambearlo si quieres hacer el show o simplemente cocinarlo hasta que se evapore el alcohol).

Champiñones salteándose perfumados de brandy.

Esto ya debería tener un bonito color y oler de maravilla. Añade la nata líquida, sal y pimienta. Prueba y corrige de sal y pimienta al gusto.

A mi me gusta añadirle aquí una cucharada de mostaza no muy fuerte, pero es totalmente opcional.

Seguimos cocinando la salsa hasta conseguir una salsa no demasiado líquida.

Esto ya parece una salsa.

A partir de ahí podemos servir las carrilleras con la salsa y los champiñones tal cual, pero esta vez opté por triturarlo todo bien a máxima potencia en la thermomix para conseguir una salsa bien fina.

Ese juguito que no se pierda.

Saca las carrilleras de la bolsa e incorpora los jugos de dentro de la bolsa a la salsa.

Sirve las carrileras y báñalas con la salsa.

Emplatando la carrillera.

Verás qué carne más tierna y sabrosa. Y ten pan a mano. Una barra. O mejor dos.

Las carrilleras, en su punto.
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